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La artrosis cervical es una enfermedad degenerativa que afecta al cartílago de las articulaciones de la parte superior de nuestra columna vertebral.
La dolencia está producida por el desgaste del cartílago, lo que favorece el rozamiento de las vértebras, pudiendo incluso llegar a deformarse y aplastarse. Generalmente, este tipo de artrosis causa inflamación y un dolor intenso en las cervicales.
Se trata de una enfermedad que puede aparecer a cualquier edad. Sin embargo, es más propia de personas mayores. Los primeros síntomas suelen aparecer entre los 30 y los 50 años y, a medida que avanza el tiempo, si no se tratan, suelen ir empeorando.
Algunas personas también pueden tener una predisposición hereditaria para sufrir artrosis en las cervicales. Asimismo, ciertas posturas incorrectas también favorecen la aparición de esta enfermedad en un futuro.
En este artículo repasaremos los síntomas tempranos de la artrosis en las cervicales y enumeraremos algunos hábitos o prácticas que deberías adoptar desde ya para cuidar tu columna cervical y prevenir la artrosis.
El dolor en el cuello es quizás el síntoma más obvio. Este dolor suele ir acompañado de rigidez en la zona, por lo que puede confundirse fácilmente con una mala postura.
Sin embargo, si padeces episodios de dolor cervical frecuentes y están asociados a dolor de cabeza, puede que tengas artrosis en las cervicales.
Otro síntoma frecuente de este tipo de artrosis es el hormigueo o pérdida de fuerza en una de las manos. Esto suele estar causado por el rozamiento de las vértebras, que pueden llegar a pinzar la raíz nerviosa.
Asimismo, los vértigos y mareos frecuentes también pueden estar causados por la artrosis en las cervicales.
Esta enfermedad suele agarrotar la zona e impedir la correcta circulación de sangre hacia el cerebro.
Los masajes conseguirán relajar las cervicales y mejorar la circulación de sangre.
Cabe destacar que es posible padecer artrosis y no sentir ninguno de estos síntomas.
A veces, tan solo se manifiesta uno de ellos y, en muchos casos, esta enfermedad no produce ningún signo que nos permita identificarla.
Es por eso que se trata de una afección que suele ser difícil de detectar de forma temprana.
Es preciso que estés atento a cualquier indicio y acudas al especialista tan pronto como empieces a sospechar de la existencia de esta enfermedad.
Tu doctor te realizará las pruebas necesarias y te diagnosticará la enfermedad en caso de existir.
También te informará sobre cómo tratarla adecuadamente para retrasar su avance y poder llevar una vida completamente normal.
El cuello y las cervicales son los encargados de sostener todo el peso de la cabeza, que suele ser de entre 4 y 5 kilos.
Cuando la cabeza mantiene una postura recta respecto al resto del cuerpo, las cervicales no sufren. Sin embargo, al inclinar la cabeza hacia adelante, el peso que sostienen las vértebras cervicales puede ascender hasta los 30 kilos, por la palanca que hacen, al tocar solo una parte.
Por supuesto, las cervicales están preparadas para aguantar esa carga de forma esporádica.
No obstante, hoy en día pasamos entre 2 y 4 horas al día en esta postura, sobrecargando demasiado las vértebras cervicales y aumentando la probabilidad de padecer artrosis en un futuro.
Pero, ¿qué puedes hacer para evitar la aparición de esta enfermedad?
La mayoría de las recomendaciones están relacionadas con el mantenimiento de una buena postura para no obligar al cuello a sostener una carga descentrada.
Así, en primer lugar, deberás adoptar el hábito de sentarte adecuadamente con la espalda y el cuello rectos.
En cuanto a la utilización de, smartphones o tablets, se recomienda situar la pantalla justa debajo de los ojos. De este modo, no deberás flexionar las cervicales.
En el caso de las pantallas, situadas en las mesas de trabajo, para evitar lleguen a los ojos, las radiaciones de la imagen, deben de situarse según el croquis, procurando que el ángulo alfa de positivo de 1º.
Además, cuando estés usando el teléfono móvil, es preferible usar los mensajes de voz siempre que puedas y escribir con las dos manos.
Asimismo, es preferible que evites dormir en una almohada demasiado alta.
También deberás conseguir un colchón que te permita mantener una postura adecuada durante el sueño.
Otra actividad que suele sobrecargar las cervicales es la carga de peso en un solo brazo. Intenta repartir el peso entre las dos extremidades. Así evitarás generar una excesiva tensión en el cuello.
Finalmente, también es recomendable no realizar movimientos cervicales demasiado bruscos. En este sentido, es preferible ejercitar el cuello mediante ejercicios aeróbicos y estiramientos.
Por supuesto, el cumplimiento de todas estas indicaciones no son una garantía de que no sufrirás artrosis en las cervicales en el futuro.
Sin embargo, sí que mejorarán mucho la salud de tus articulaciones cervicales y disminuirán en gran medida la probabilidad de padecer cualquier tipo de enfermedad en esta zona.
¿Sospechas que tienes artrosis, pero quieres asegurarte? ¿Quieres saber la diferencia entre la artrosis y la artritis? ¿Te gustaría recibir consejos para prevenir y disminuir los síntomas de las enfermedades articulares?
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