Regalo de bienvenida
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• Dolor al moverse.
• Rigidez.
• Limitación en los movimientos.
En algunos casos un dolor en la zona lumbar, no presenta síntomas de artrosis, su diagnóstico realiza, en las radiografías en la zona lumbar.
Dentro las posibles causas su aparición, pueden ser el trabajo, deportes, traumatismo o malformaciones congénitas, o años de vida.
Cuando la artrosis se clasifica como secundaria es porque su origen está dado por alguna causa primaria, como por ejemplo una lesión en la espalda, infecciones no curadas y esfuerzos físicos en las vértebras lumbares.
El análisis de los síntomas, es necesario, que esté efectuado por un profesional, para tener la seguridad, que el tratamiento será el adecuado.
Cualquier persona puede padecerla. Son más propensos a sufrir esta enfermedad los deportistas o las personas con edades superiores a los 60 años.
Los cartílagos desgastan por movimientos de las vértebras lumbares.
La artrosis puede proceder del deporte, trabajo, traumatismo, o años vida.
Otro factor importante es la comida, y cómo se come, la sangre debe de tener los elementos para mantener y regenerar los cartílagos que están entre las vértebras, evitando la artrosis, para lo cual, conviene hacer ejercicios y andar, para incrementar la circulación de la sangre.
La enfermedad ha sido estudiada para tratar llegar qué ocasiona su aparición y los resultados más concluyentes estas investigaciones inclinan la mayoría los pacientes su origen es hereditario, en su historial familiar encuentran familiares han padecido esta patología.
En las personas los cartílagos tienden al desgaste por sus movimientos con la edad, en algunos casos, este proceso inicia más tempranamente.
La artrosis a medida desgasta el cartílago la enfermedad se arraiga, el paciente se incapacita para realizar sus actividades cotidianas.
Las recomendaciones para quienes padecen artrosis son:
• Hacer ejercicios suaves guiados por un fisioterapeuta y un traumatólogo.
• Dieta equilibrada con frutas, como la Mediterránea
• Alternar compresas frías y calientes al momento de empezar el dolor para reducir la inflamación.
• Seguir siempre las indicaciones del traumatólogo.
• Evita el sobrepeso y la inactividad.
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